martes, 2 de agosto de 2011


Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones. Y entonces tu cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto se encendió todo. Todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando te fuiste cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz y ya no podía ver las estrellas y ya nada tenia sentido...

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